En realidad, el coworking es un espacio ideal para cualquier profesional independiente o star up. No se trata de que estos centros de trabajo sean específicos para una profesión u otra, puesto que si de algo presume un espacio de coworking es de flexibilidad. Sin embargo, algunas profesiones si son más proclives a necesitar o beneficiarse de estos espacios, cada vez más demandados. Este puede ser el caso de los programadores, diseñadores web o cualquier profesión vinculada a la informática, los videojuegos, etc. ¿Por qué? Sencillamente porque se trata de profesiones que pueden realizarse desde un espacio diferente a la oficina, en remoto o a distancia. En estos casos, disponer de un espacio en un coworking, puede ser de gran ayuda.
Trabajar desde casa o a distancia, requiere de una disciplina y capacidad diferentes a las necesarias para trabajar en la oficina, empresa o entorno laboral correspondiente. Esto es así porque el jefe no está encima de ti, los compañeros no te recuerdan las tareas o incluso, la hora del almuerzo y, por supuesto, no hay porque fichar a una hora en concreto. Estos factores hacen que trabajar desde casa o de forma independiente, sea más flexible y a la vez, indisciplinado. Si no se trata de alguien con la disciplina en vena, es posible que cueste concentrarse y ponerse a trabajar en un entorno como la habitación o el salón de casa. En estos espacios, cómodos y confortables, es posible que haya más distracciones que elementos que ayuden a la concentración.
Si visitas un centro de trabajo como Mitre, 126 WorkSpace, es más que fácil darse cuenta de lo que tratamos de decir. Un centro de trabajo, reúne las condiciones necesarias y apropiadas para realizar cualquier tipo de trabajo de oficina, sin la necesidad de disponer de una. Aparte de que en los coworking puedes relacionarte con personas de tú misma profesión y encontrar apoyos para tu desempeño, además de contar con todo lo necesario para que la jornada laboral, sea fructífera.
Programadores e informáticos, perfiles con gran demanda
En la actualidad y, seguramente por mucho tiempo, los programadores y todo tipo de profesionales de la informática en cualquiera de sus campos, son unos de los perfiles profesionales con mayor demanda. La tendencia es que esta demanda, siga en claro aumento. No solo empresas que contratan a este tipo de profesionales, también existen numerosos perfiles freelance que se dedican a realizar todo tipo de proyectos concretos y particulares a empresas. Estos profesionales, no necesariamente cuentan con un espacio físico en la empresa por lo que desempeñan su labor desde otro lugar. De hecho, es muy probable que la empresa contratante, este en otra ciudad, por lo que el espacio de coworking, se erige como la mejor opción para trabajar de forma cómoda.
Evidentemente, las empresas siempre buscan la mejor manera de abaratar costes. Una de las maneras más eficaces de hacer esto, consiste en la externalización de todos los servicios posibles. Esto, traducido al mundo laboral, se reduce a que en vez de estar ocho horas dedicando el tiempo a una sola empresa, es posible trabajar en una sola jornada para varias. Realizar varios proyectos de forma simultánea, haciendo el mantenimiento de las páginas web, etc. De esta manera, no se trabaja atado a una sola empresa y proyecto, si no que se puede mantener un estilo de supervivencia laboral más productiva y favorable para el trabajador. No se trata de algo sencillo ni progresivo, puesto que como freelance, primero hay que encontrar los proyectos en los que trabajar. En muchos casos, esos primeros proyectos no garantizan los ingresos necesarios para sobrevivir, por lo que hay que hacerse un hueco.
Sin embargo, a medida que se van haciendo contactos, se aceptan pequeños encargos y se utilizan las plataformas que ofrecen este tipo de contacto entre empresas y trabajadores freelance, es posible avanzar y encontrarse la mesa llena de proyectos.
Llegados a este punto, en el que llueven los proyectos, aun sabiendo que trabajar desde casa cuenta con una serie de ventajas (y desventajas), los coworking son ideales para los profesionales freelance. En este caso, todo son ventajas y no lo dicen los centros de trabajo, lo dicen los propios freelance. Empezar la andadura como freelance y buscar ese anhelado hueco como programador es una excelente idea, precisamente, porque permite ampliar esa red de contactos, tan necesaria. Además de contar con todo lo que sea necesario para desarrollar tú trabajo sin problema.
A medida que el mercado laboral evoluciona y deja a un lado la necesidad de trabajar de forma presencial en determinados sectores, evoluciona el tipo de trabajo que desempeñan muchos profesionales. En el caso de los programadores, optan por convertirse en freelance. Una de las áreas de crecimiento de estos profesionales, se encuentra en el freelance aso (App Store Optimization) que se centra en la optimización de aplicaciones móviles. Su finalidad es proporcionar una mejor visibilidad y posicionamiento dentro de las tiendas de aplicaciones.
Para desempeñar este trabajo, no es necesario estar en una oficina de una empresa determinada. Contar con un espacio de coworking es la mejor manera de que los freelance encuentren las opciones necesarias para tejer su red de contactos y colaborar con otros profesionales del sector, intercambiar ideas y mantenerse al día de las tendencias y actualidad del sector.
Star up y empresas contratantes miran al coworking
Un programador freelance que dispone de un espacio adecuado en un coworking, no solo va a trabajar cómodamente, sin recibir molestias externas y dentro de un ambiente propicio y, a la vez, relajado. A estos beneficios, hay que sumarle que las star up y diferentes empresas que contratan programadores freelance, ponen el ojo en aquellos que se encuentran en los coworking. Esto quiere decir que si eres un programador freelance especializado en ASO o cualquiera de las muchas áreas de la programación, es posible que te encuentres en el lugar correcto, en el momento adecuado, para encontrar y establecer contacto con los potenciales clientes. Precisamente en estos lugares es donde las empresas contratantes buscan el talento necesario para ejecutar sus proyectos más innovadores.
A la hora de encontrar ese espacio ideal para montar tu pequeño centro de trabajo, hay que tener en cuenta una serie de factores, como es lógico. Aunque se trate del entorno ideal para un programador freelance, es fundamental encontrar el más adecuado. Por ello, hay que mirar las diferentes opciones y contemplar lo que ofrece cada uno. La mayoría ofrecen las mismas condiciones y ventajas pero, es posible que alguno se desmarque y este más especializado en ofrecer espacios a determinadas profesiones.
No obstante, conviene saber que elementos debe tener un buen coworking para que sea el candidato ideal a convertirse en el lugar de trabajo de un programador (o cualquier profesional que lo requiera):
- Oficinas cómodas. No puede ser de otra manera. Las oficinas deben contar con todo lo necesario para poder desempeñar la jornada laboral sin contratiempos. Nos referimos a un mobiliario cómodo y en buen estado, conexiones eléctricas y a la red, seguras y en buenas condiciones y, por supuesto, buena distribución de los equipos.
- Cocina propia. Muchos de los coworkers pasan horas y horas en el centro, disponer de una cocina equipada, solo para los trabajadores, proporciona tranquilidad y permite organizar las pausas y la alimentación.
- Oferta gastronómica alrededor. La ubicación es esencial y el entorno cercano al centro de trabajo, debe contar con restaurantes y otra serie de servicios básicos. Si un día no es posible llevar la comida, que haya posibilidad de encontrarla cerca. Así como si es necesario realizar una comida de negocios que no haya que irse lejos.
- Sala de reuniones. Es esencial poder disponer de una sala de reuniones y otra serie de estancias comunes. Esto permite salir del despacho y relacionarse con otros coworkers y realizar reuniones si es necesario.
- Espacios para desconectar. Si el centro de trabajo dispone de un espacio diseñado para la desconexión, es un plus añadido. Una sala con sofá, un jardín o incluso videojuegos u otros elementos de ocio que propicien la dispersión, siempre son bienvenidos.
Un centro de coworking es un lugar de trabajo. Eso es una realidad indiscutible. Sin embargo, se trata de un entorno pensado para que trabajar sea un placer y no una obligación. El entorno se diseña acorde a las necesidades laborales pero sin perder el toque distendido que permite que fluyan ideas y trabajo. Trabajar en un espacio dentro de un coworking, permite esa libertad de movimientos que en una empresa no es posible. Para los programadores que pasan horas y horas, pegados a la pantalla del ordenador, la tablet, o el teléfono móvil, poder salir a un pasillo y encontrarse con personas afines en lo laboral pero no necesariamente del mismo gremio, supone una bocanada de aire fresco en medio de la jornada.
Aunque cada uno sabe que es lo que más le conviene y como trabaja más cómodamente, no podemos decir nada negativo o en contra de los coworking. Se trata de espacios ideales para trabajar o, simplemente, desarrollar un proyecto con la finalidad de abrirte paso en el mundo laboral.