Si en España siempre ha existido gente con mucha cara y muy poca vergüenza, la crisis, le ha dado a muchos y a muchas, la oportunidad de hacer de las suyas con total impunidad y con el visto bueno de la sociedad. Y es que robar, en este país, se ha convertido en una costumbre muy feo, una cuestión casi cultural e idiosincrática, que lejos de causar rechazo, provoca cierta admiración y envidia, por atreverse a cometer semejante osadía. Y es que parece que el o la que no roba es porque es idiota o no se atreve. Si es que la ética hace tiempo que ha dejado de existir en este, nuestro querido, mundo.
Pequeños y no tan pequeños hurtos en tiendas y comercios, timos, estafas y hasta gente colándose para entrar gratis en el gym, y a ver, que no pagar en el metro, no te digo yo que no me parezca casi una obligación (ya que en este caso no queda tan claro quién está robando a quién), pero colarte en el modesto gimnasio de tu barrio, robarle al pobre autónomo o autónoma las escasas ganancias que se les permite ganar, eso no tiene nombre. Y mucho menos para estos menesteres, que si no puedes pagarte el gimnasio, pues haces deporte en tu casa, y si no, en alguna de esas instalaciones deportivas con las que cuentan muchos parques, playas o riveras de los ríos.
Y si hablo de esto, es porque lo he vivido, no en primera persona, pero sí fui testigo de la capacidad e imaginación de muchas personas, para colarse en el pequeño centro deportivo de José Antonio, un amable y respetable sevillano afincado en Almería, que desde hace algunos años viene sufriendo los abusos de gente maleducada y sin conciencia, que además de entrar gratis, aprovechan para robar en los vestuarios. Menos vergüenza no se puede tener… Y la cosa todavía se puso peor de un tiempo a esta parte. Se ha debido correr la voz entre los malincuentes, y eso ha sido fatal para el negocio. De hecho, muchos de sus clientes más antiguos han dejado de entrenar allí.
Afortunadamente, esto no va a volver a ocurrir, porque José Antonio se ha modernizado y ahora ha puesto en la puerta unos sistemas de control de accesos, el software de gestión GestiGym 2016, creado para tener un control total y en todo momento, de las entradas y salidas del centro. El control de accesos está totalmente automatizado, y así se puede evitar el tener personal en la entrada. GestiGym se ocupa de todo, dando paso a aquellos clientes que tengan acceso. Nuestro control de accesos se adapta perfectamente a los sistemas biométricos (reconocimiento por huella dactilar) o proximidad (mediante tarjetas, llaveros, pulseras, etc…).
Por qué debería tu empresa contar con un sistema de control de acceso
Cada día, los sistemas de control de acceso son más solicitados por las pequeñas empresas ya que permite un ambiente más seguro y controlado.
Las ventajas son múltiples. Veamos a continuación alguna:
- Permite un total control de las entradas y salidas
- Reduce gastos de personal destinado a la vigilancia y control de acceso
- Proporciona mayor seguridad
- Facilita el tránsito fluido
- Otorga valor a la empresa al presentar unas instalaciones más actuales
- Permite ahorrar tiempo
Además, aporta una información valiosa sobre los hábitos del cliente, fundamental para proporcionarles un mejor servicio, más acorde a sus necesidades e intereses.
Así, este sistema permitirá el acceso a las personas autorizadas y se lo denegará a aquellas que no lo estén, de forma rápida y totalmente segura y eficaz. Para ello, se suelen utilizar distintas herramientas, como las tarjetas de proximidad, los sistemas biométricos o la clave de acceso, dependiendo de la seguridad que requiera el edificio.
- Las tarjetas de proximidad, son las típicas tarjetas que se emplean en el transporte público, siendo este uso personal e intransferible.
- Los sistemas biométricos, son más modernos, y permite el acceso al área restringida por medio de las huellas dactilares, el iris o la retina, características registradas previamente.
- La clave de acceso, es la clásica contraseña numérica.