Por desgracia, los casos de abusos a los ancianos se están multiplicando en los últimos tiempos. Un artículo del diario El Mundo publicado a mediados de junio de 2016 y que contiene datos de la Organización Mundial de la Salud así lo denuncia. Uno de cada diez ancianos sufre algún tipo de maltrato. Una situación que tiene que servir para poner alerta a toda la sociedad.
Una de las mayores vergüenzas que encierra el estudio de la OMS es que gran parte de esos abusos se producen, tal y como se asegura en el artículo, “en entornos institucionales de los países en desarrollo”. España es uno de los lugares en los que se producen estas dramáticas situaciones. Lo estamos viendo por televisión con una frecuencia mucho mayor de la que nos gustaría.
Los abusos no son sólo físicos. Este caso “sólo” supone entre el 0’2% y el 4’9% de los casos. Se estima que también existe abusos sexuales, abusos psicológicos (entre el 1% y el 9’2%, una desgracia a tenor de los efectos que suelen causar estos tratos a personas de la tercera edad) y abusos económicos, que se sitúan en cifras comprendidas entre un 0’2% y un 5’5%.
Está claro que hay que tener mucho cuidado al ingresar a un familiar en una residencia. No es una cuestión baladí y por tanto está reservada a personas o entidades que realmente sean de nuestra confianza. No es fácil detectar casos como estos, pero prevenirlos está al alcance de la mano si depositamos esa confianza en los mejores profesionales. Como los de Sanvital.
Sanvital es una entidad privada que desde su fundación se ha convertido en una auténtica referencia y en un ejemplo en el sector de los cuidados a la tercera edad. Combina la presencia de los mejores profesionales con unas instalaciones de primera calidad, que permiten unos cuidados adecuados para cada caso particular. Un lugar indicado y un staff en el que confiar para que nuestros mayores disfruten de su vejen en vez de sufrirla.
Una apuesta por el llamado ‘envejecimiento activo’
Lo peor que puede hacer un anciano es permanecer sentado un día tras otro. No es ese el modelo por el que se apuesta en Sanvital. Hacerlo posible implicaría un deterioro progresivo e irremediable de los músculos, de los huesos y también de la mente. Es necesario estar en movimiento, al menos durante una pequeña parte del día. Lo recomiendan, no sin razón, la mayoría de expertos y entendidos en el tema.
Sanvital organiza actividades para garantizar ese envejecimiento activo tan positivo. La gran ventaja es que cuenta con amplios jardines para que todos sus internos puedan pasear con tranquilidad y sin prisas. Parece una tontería, pero este simple y sencillo hecho puede evitar dolores, aumentar la calidad de vida de los ancianos y permitir, por tanto, que su salud sea más vigorosa.
El envejecimiento activo también tiene mucho que ver con la salud mental de los protagonistas. Es por ello por lo que en Sanvital también se apuesta por el cuidado de la mente mediante juegos de cartas y otras modalidades. ¿El objetivo? Ejercitar también el cerebro para prevenir una enfermedad tan habitual en la tercera edad como el Alzheimer, que es tan perjudicial o incluso todavía más para las familias que para los propios afectados.
Esta es sólo una parte de los servicios que ofrece Sanvital a un precio más que razonable. Los demás componen y completan la mejor oferta del mercado para que los mayores reciban una atención de primera calidad: sanitarios (médicos, fisioterapia…), de restauración, belleza, peluquería, lavandería e incluso culturales y formativos.
Pero la atención no está dedicada únicamente a los internos. Los familiares componen una parte sustancial de la oferta de Sanvital. La entidad tiene constancia de las ventajas que para los ancianos supone la visita de los familiares y por eso trata de incentivarla de todas las maneras posibles. De ahí que exista una zona de aparcamiento de dimensiones considerables y el derecho a usar el Wi-Fi de la residencia.